DANZA,
LITURGICA
Danza
litúrgica: moverse rítmicamente al compás de la música como parte de una
ceremonia litúrgica. Algunas formas de danzas han sido introducidas, en
variadas ocasiones, dentro de la alabanza católica; pero la Iglesia ha puesto
dos condiciones. Primera, ya que el cuerpo es un reflejo del alma, la danza
debe expresar sentimientos de fe y adoración para poder ser una plegaria.
Segunda, la danza debe estar bajo la disciplina de una autoridad competente de
la Iglesia.
"Concretamente,
hay culturas en las cuales esto puede ser posible siempre y cuando la danza sea
todavía un reflejo de los valores religiosos y se convierta en una clara manifestación
de estos valores. Tal es el caso entre los Etíopes. En sus culturas, aún hoy en
día, se encuentra la danza religiosa ritualizada, claramente distinta de la
danza marcial o de la danza amorosa." Lo mismo se encuentra entre los
Cristianos en las tradiciones Sirias o Bizantinas. Sin embargo, el mismo juicio
y criterio no puede ser aplicado a la cultura occidental. Aquí la danza está
entrelazada con el romance, la diversión, la profanidad. Por esa razón no puede
ser introducida dentro de ninguna celebración litúrgica, sea ésta de cualquier
índole.
¿Danzar fuera
de la liturgia? Esto es permisible, pero sólo bajo algunas condiciones. Así que
"si la propuesta para una danza religiosa en el Occidente es aceptable, se
deberán de tomar los cuidados necesarios para que esto ocurra fuera de
la liturgia, en áreas de asambleas que no sean estrictamente usadas para
fines litúrgicos. Más aún, los sacerdotes deberán estar siempre excluidos de la
danza" (Sagrada Congregación para los Sacramentos y la Alabanza
Divina, Notitiae, 1975, 11, pgs. 202-205). Ejemplo: Cuando un grupo
de Samoa llegó a Roma a un festival misionero en 1971, asistieron a Misa en San
Pedro y después llevaron a cabo su danza en la Plaza de San Pedro, fuera de la
iglesia.
Tomado de: http://www.corazones.org/diccionario/danza_liturgica.htm
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